sábado, 4 de septiembre de 2004

HUMILLADAS Y OFENDIDAS

"HUMILLADAS Y OFENDIDAS" 

4/9/2004 - Pilar 

Hola a todos. Nuestro último post legítimo ha sido Las Noches Blancas, con fecha 2-09-04, todos los posteriores son apócrifos. 

Os adelantamos que en su viaje de regreso a España los Príncipes de Asturias hicieron escala en Estados Unidos, en concreto en la ciudad de Washington D.F., lugar desde el que de forma ultrareservada se desplazaron a visitar un prestigioso centro ginecológico ubicado en Fairfax, en el estado de Virginia, donde Letizia pasó consulta. No poseemos aún información concreta de lo que ocurrió en dicha visita, (ni va a ser fácil conseguirla, aunque ya estamos en ello). Sin embargo, tenemos indicios para sospechar que pudiera haberse llevado a cabo algún tipo de operación trascendente (se da la circunstancia de que uno de los doctores que atendió la fertilización artificial de la infortunada Masako en el Hospital Imperial de Tokio presta actualmente sus servicios en dicho centro, pero esto a priori no significa nada, puede tratarse de cualquier otra cosa, ya que los problemas en el aparato reproductor de la princesa son, como es ya vox populi, variados y complejos). Veremos. 

Ya que nos hemos visto obligadas a poner en marcha nuestra operativa por esta noticia, nos gustaría aprovechar el post para intentar esbozaros a grandes trazos cómo se imbrican y articulan las relaciones interpersonales entre los diferentes miembros de La Familia, haciendo especial hincapié en las femeninas, pues son estas las que por lo general marcan las pautas generales en las corrientes subterráneas que recorren los intersticios propios de cada parentela. Como os habréis figurado por el título, esta historia no va a ser de vino y rosas, de hecho, la cosa está, bueno, que contaros, quizás nos estemos repitiendo más que los chaqués de la princesa, pero es que la cosa está verdaderamente...que arde. Empezamos; hasta que llegó Letizia, en La Familia había tres mujeres, La Reina, y sus dos Hijas; al ser tres personas razonablemente sanas y en sintonía, sin ningún grave conflicto intestino, hacían honor a su vínculo, originado en lazos matrilineales directos, y se llevaban perfectamente; ellas respetaban y querían a sus Padres y viceversa. Los yernos, por su parte, eran adecuadamente estimados y considerados, y tenían claro cuales debían de ser su rango y obligaciones, y lo que es más importante, las madres de los yernos, las suegras, también tenían claro que, independientemente de lo guapos, geniales y buenos padres que pudieran ser sus hijos, eran “infanzones consortes”, y todas sus familias eran también “consortes” de la otra, y no porque fueran más feos, o más tontos, o menos honrados, sino porque sus parientes Políticos eran, además de una familia como las demás, una Familia Símbolo, llamada a representar valores sociales y morales que hace treinta años se consideraron por los entonces próceres de la Patria como imprescindibles para la estabilidad y prosperidad del Estado. Muy bien, pues así estaban las cosas, tranquilas en su día, lo que no quiere tampoco decir que no pudiera liarse en los matrimonios de las Infantas, pero en todo caso, como en el fondo ellas mismas no eran más que comparsas, los problemas que por este lado vinieran nunca serían de gravedad definitiva, no debería llegar la sangre al río. Y llegó Felipe, cuya elección sí era realmente trascendente, y eligió como todos sabemos; y tanto la persona por El elegida como una aplastante mayoría de los componentes de su familia carecían del más mínimo sentido de las proporciones, de las más mínimas nociones del respeto y el decoro a conservar no ya en ambientes de alta gradación política, sino en ninguno, en resumen, no habían olido la educación ni por el forro, y no tiene nada esto que ver con su capacidad adquisitiva o extracción social, simplemente es así, efecto quizás de los mecanismos de la selección natural en una estirpe que alinea varias generaciones de miembros de vida extremadamente...progresista. Y entraron en Palacio a saco, reíros de la proverbial manada de elefantes irrumpiendo en una tienda de Porcelanosa, y armaron la de Dios es Cristo, y el ruido de cristales rotos se oía hasta en las Tuamotu, aunque por supuesto la cortesana prensa hiciera todo lo posible por bloquearlo; finalmente, los Reyes se pudieron sacar de encima el grueso del pelotón, (por cierto, que la desaparecida Thelma no está abandonada a su suerte en algún lejano campamento de refugiados ni mucho menos, está viviendo como quiere con todos las regalías que una Delegación Diplomática puede ofrecer, berlina para su uso exclusivo (mismo modelo que la del Cónsul-Embajador), gastos de combustible, manutención y alojamiento a cargo del Consulado, y unas generosísimas dietas para que ella y su amigo de turno no tengan que volver a darse el filete en ningún recinto incómodo y sin garantías de privacidad), pero claro, aunque este verano se hubieran medio librado de los demás, con la niña no tenían más remedio que apechugar. Y lo han intentado, Dios sabe que lo han intentado, pero es que lo de esta chica es increíble; desde el primer día, dejó bien claro a todos que las implicaciones de sus rangos presentes y futuros se las pasaba por...bueno, por donde fuera, que ella no había venido a cumplir el protocolo, sino a que el protocolo cumpliese con ella, y que su maridito era suyo, suyo y de nadie más, y era su prerrogativa decirle donde, cuando, y como (en esta historia, con estos personajes, no pretendáis encontrar, ni ahora ni luego, muchos “por qués”). Y cuando la situación fue tan insostenible que los Monarcas trataron de poner algo de orden, la respuesta de la princesa fue tan sutil como la de una excavadora, y paso inmediatamente a la acción con un plan que quien sabe desde cuanto tiempo antes tendría ya pergeñado; aislar al Señor Felipe de Borbón y Grecia, Legítimo Heredero de la Corona del Reino de España, Estado cuyas formas de Gobierno y Constitución obedecen a la fórmula de Monarquía Constitucional, aislar a su maridito, como decimos, de Sus Padres, y cuando vio que a estas tampoco les cuadraba, también de Sus Hermanas. Y en Semana Santa de luto se lo llevó al Caribe, y en plenas vacaciones en Palma se lo llevó a Asturias, y a Grecia sólo fueron porque el Rey pasó a buscarlos y les tuvo que prometer el oro y el moro. Por supuesto, las relaciones con su Real Suegra y sus Reales Cuñadas son ahora totalmente hostiles; la que peor lo lleva es Cristina. Elena, con un carácter menos “femenino”, en el sentido tradicional de la palabra, más noblote o directo, más “campechano” al estilo el su padre, menos inclinada a la rumia de tácticas y estrategias a largo plazo en los movimientos propios y ajenos, y con su propios problemas que enfrentar, está más por fuera, pero claro, Cris ve como Letizia se monta las jugadas, como intenta aislar a Felipe, no ya de ella, que al fin y al cabo, es ahora madre y esposa y no tiene ninguna perentoria necesidad de ver el careto a su hermano, mucho menos si este no se lo merece, aunque le pueda echar más o menos en falta, sino, lo que es realmente grave e indicativo de la categoría moral de la princesa, de su madre la Reina y francamente, una mujer que intente, sin que haya existido previa ofensa o motivo alguno, separar a un hijo de su madre, aun cuando no hubiera por detrás una Monarquía Constitucional de la que responder...no es de fiar. Por si todo esto fuera poco, Sofía está empezando a sospechar de las peligrosas amistades con las que de un tiempo a esta parte ve a estos dos mindundis a sol y a sombra, y aquí se está cociendo una de impresión. 

Ahora bien, volvemos a lo de siempre, ¿quién es más culpable aquí, Letizia?. En absoluto, por censurables que puedan ser el carácter y los tejemanejes de la experiodista, mil, un millón de veces más incalificable e indigno es el proceder del príncipe. ¿Qué pasa, Felipito, que después de toda una vida con los tuyos tiene que venir alguien de fuera (sí, sí, ya sabemos, no es cualquiera, es nada menos que tu mujer y etc, etc, ¿y qué? ¿no fue antes acaso la mujer de otro hombre y dejó de serlo?), para decirte a los que tienes que querer, que hablar, o incluso que intentar o no evitar? ¿en pocos meses te pueden separar de una madre que ha sacrificado su vida y su orgullo porque un imbécil como tú llegara a calzarse la Corona?. Desde luego, no tienes perdón; además de estúpido y pusilánime, eres un Real Impresentable, un sopazas que como Jefe del Estado representarás un insulto continuo para cualquier español con dos dedos de frente (y, para tu desgracia, de esos somos mayoría, así que prepárate). 

Lo que es la vida, que curioso, en cambio con su Papá, el Rey, se le antoja a Letizia que es conveniente estar a buenas, y hace lo imposible para que tanto su maridito como ella encuentren oportuno cobijo en su pernera; querida, ni JC tiene un pelo de tonto, aunque a veces se lo haga, ni te puede ver ni en pintura, lo cual es de lo más lógico dadas las circunstancias, tal y como estás arruinando la firma familiar y de la forma en que haces llorar a su mujer legítima, que nunca ha necesitado cajas fuertes para reinar, y en cuanto a su retoño tarambanas, cada día le traga menos, sólo en atención a la voz de la sangre y a lo que hay en juego no le ha echado ya a patadas del entorno familiar. Así que ya veis, frente a vuestro inmostrable pasado y a vuestro nulo presente, se perfila en lontananza vuestro destructivo y lastimoso futuro, que bien, viva la gente dinámica y preparada, viva el mejor príncipe de Europa y el mundo mundial, viva la mejor periodista española de los últimos cuatrocientos años, que vivan, y que viva...la República. 

Nos ha salido un post bastante duro, pero es que esta Farsa ya clama al Cielo, es demencial. Trataremos de ampliar la información de la escala en Virginia en cuanto sea posible. Un saludo a todos, hasta otra.

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